Pie de riesgo - Pie diabético
La diabetes mellitus de tipo 2 es una enfermedad metabólica que afecta, según la Fundación para la diabetes basándose en un estudio de 2012, a un 13,8% de la población española, lo que equivale a más de 5 millones de personas mayores de 18 años.
La enfermedad se debe a la inacción de la hormona de la insulina segregada de forma natural por el páncreas, lo que deriva en el incremento de la glucemia en sangre. Esta enfermedad tiene efectos diversos a nivel del cuerpo en general, por ejemplo:
- Altera la presión arterial, lo que dificulta la circulación, especialmente a nivel de las extremidades.
- Puede alterar la visión.
- Tiene especial relevancia en el deterioro progresivo de la sensibilidad, neuropatía periférica.
- Son más propensos a desarrollar lesiones de importancia como son las úlceras, especialmente en zonas de presión.
Éstos y otros elementos tienen una repercusión especialmente a nivel de las extremidades, siendo una zona de riesgo los pies.
El pie, esencial en la bipedestación y la marcha, es un elemento de alto riesgo en esta enfermedad, debiendo ser las personas que padecen diabetes especialmente cuidadosas. El podólogo juega pues, un papel preponderante en la prevención y tratamiento de las alteraciones que pueden padecer los pies en la vida cotidiana de estos enfermos.
La prevención es por tanto clave y para ello el podólogo dispone de un contrastado protocolo de trabajo en el cual valora los pulsos distales, evalúa la sensibilidad al tacto y al dolor, permitiendo durante la exploración detectar puntos de sobrecarga.
Todos estos elementos dotan al profesional de la información necesaria para la elaboración de tratamientos conservadores que permiten evitar que se desarrollen lesiones como las úlceras. Las complicaciones derivadas de las úlceras suponen anualmente un número notable de amputaciones en los hospitales de todo el país.
Asimismo, cuando el podólogo recibe a un paciente que ya padece una lesión de estas características aplicará, del mismo modo, tratamientos que tengan como finalidad la estabilidad y/o resolución de estas lesiones, pudiendo prevenir posteriores complicaciones.
Es este un motivo de peso por el que, desde hace años, los Colegios Oficiales de Podólogos de toda España, están luchando por la necesaria inclusión del podólogo en los hospitales públicos.
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